SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

La violencia de género (VDG) es la violencia psicológica, emocional, física y sexual que se ejerce sobre la mujer por el hecho de ser mujer. La forma de ejercerla es a partir del lenguaje, de la manipulación, coacción, amenaza, del desprecio, del miedo, del acoso y/o la fuerza. Este tipo de violencia puede darse a casa, al trabajo, en la calle, es decir, en cualquier contexto.

Las consecuencias de la VDG es la manipulación, la privación de la libertad, dañar la identidad y el bienestar, y sobre todo, ejercer un control sobre la mujer, puesto que la raíz de este fenómeno es el machismo que dictamina que el hombre es superior a la mujer. Por lo tanto, lo que busca el agresor con esta violencia no es la violencia en sí, sino que esta es el instrumento para tener el poder sobre la mujer.

Aun así, según la fuente que se consulte diferencia violencia de género a la machista, o bien, no hace distinciones. Por un lado, según la ley vigente, la VDG hace referencia a la violencia contra las mujeres por parte de personas con las cuales han tenido o tienen relaciones afectivas, no siendo necesario que haya convivencia. Y, por lo tanto, se considera que la violencia machista es la que se recibe por el hecho de ser mujer, sin tener en cuenta relaciones de afectividad.

Por otro lado, otras fuentes, consideran que la violencia de género es violencia machista, puesto que es la manifestación de las creencias patriarcales. Y, por lo tanto, que se da con independencia del tipo de relaciones interpersonales, por lo cual puede darse en el ámbito doméstico, laboral, relaciones de amistades o de familiares, o incluso, de desconocidos. Por el que significa, bajo esta definición, que también se considera VDG la explotación sexual, la mutilación genital, las agresiones sexuales, el acoso, etc.

En este artículo, nos basaremos en la definición que ha ido evolucionando en los últimos años, es decir, en toda violencia ejercida contra la mujer o personas que no se ajustan a un rol de género socialmente aceptado; para mantener las relaciones de poder, y a su vez, la desigualdad y la subordinación del hombre sobre la mujer.

En cambio, en la violencia doméstica es la que se produce en la casa, y el género no tiene por qué tener relación, puede darse de una nieta al abuelo, de un padre al hijo, de una madre a la hija, etc. Por lo tanto, el factor definitorio es que se da en el núcleo familiar dentro de casa.

Por otro lado, la violencia vicaria es la que produce el maltratador, normalmente el padre o pareja de la mujer, hacia los/las hijos/as de ella, la violencia no está directamente dirigida hacia ellos/as. Sino que el objetivo es herir, controlar o someter a la mujer. Aun así, en este tipo de violencia afectan tanto a la mujer maltratada como la descendencia. Por eso mismo, muchas veces leemos a las noticias que algún padre mata a la descendencia y después se suicida, al final es, la última muestra de control hacia la mujer.

Una forma útil de comprender la VDG, es la pirámide de la violencia machista, en que explica que la VDG es como un iceberg, en que en una punta hay la violencia física brutal o el asesinato, y en la base se encuentra la sociedad patriarcal que sostiene el sistema de creencias, y como entre todos los niveles se relacionan y se retroalimentan.

La pirámide, además, plasma la escalada de la violencia: en el primer nivel se encuentran las formas sutiles, como los micromachismos, la invisibilización y el lenguaje sexista; en el segundo nivel, la violencia psicológica, como ignorar, humillar y coaccionar; en el tercero, la violencia física y sexual, como gritar, amenazar o violar; y en el último nivel, el asesinato.

 

Ahora bien, la VDG no empieza de repente, si así fuera, las mujeres supervivientes escaparían al primer contacto, sino que los agresores se muestran como el “príncipe azul perfecto”: cariñosos, detallistas, que ella es el centro de todo y es perfecta en todos los sentidos. Y es que el primer paso de los agresores es seducir y cautivar a la superviviente.

Así, a partir del amor romántico se forman y perduran relaciones con VDG. Y es que la concepción del amor romántico dictamina que el amor es el centro de la vida, que es eterno, incondicional, sacrificado y dependiente. Esta definición va acompañada con los roles que tiene que adquirir cada miembro de la relación. Por parte de ella, tiene que ser dócil, paciente, servicial, sumisa y obediente; y por parte de él, tiene que ser controlador, protector y dominante. Además, los celos y el control se ven como una muestra de amor, por lo cual las relaciones que se han definido como románticas y deseables, son realmente, relaciones tóxicas.

Aun así, cada relación de violencia de género es diferente con sus particularidades, pero mayoritariamente el siguiente paso, es aislar a la mujer, es decir, distanciarla de sus amistades, familiares y cualquier persona con quien pueda confiar; e incluso conseguir que ella deje su trabajo, si está trabajando. De este modo, también habrá el control económico y será más difícil que ella pueda escaparse y rehacer su vida.

En general, el próximo movimiento del agresor no es grave y repentino; sino que la violencia escala despacio, recordamos la pirámide de la violencia. Predominantemente, se empieza a menguar psicológicamente a la superviviente, ninguneándola, insultándola, depreciándola a ella y a sus actos y culpabilizándola. Así, la mujer se percibe insignificante sin él.

En este instante, la violencia física y/o sexual puede ser una amenaza, el típico “no me hagas hacer esto”. Una vez llega el primer golpe, posteriormente llega el perdón, el reparo del daño de forma romántica y se promete que ha sido una única vez. Pero, la violencia escala, y se encuentran diferentes maneras para abusar a la mujer: tirándola por las escalas, controlando como se viste, prohibiendo el maquillaje, estrangularla, amenazar en dañar personas queridas o mascotas, pegándola, violándola, etc.

Entonces, ¿cómo es que si estas mujeres sufren abuso sexual, psicológico, físico y económico no se escapan? Porque las mujeres están tan manipuladas psicológicamente que verdaderamente creen que es amor mutuo, que él cambiará, y que es culpa de ella si él abusa. Pero, cuando esta visión cambia, por un golpe que la podría haber matado, porque el hijo ha recibido un golpe o ha manifestado su miedo, etc., entonces, llega el miedo de la reacción que tendrá él, si ellas dejan la relación: acoso, saltarse la orden de alejamiento, no enviar la manutención, no tener dinero, manipulación de seres queridos, la custodia compartida; o el último peldaño: el asesinato.

Por eso, no es culpa de las mujeres la violencia machista perpetrada en y contra ellas, puesto que ellas son las supervivientes, ellos son los agresores y los responsables. Ellas no tienen nada que podrían haber evitado o que esté mal en ellas, las mujeres supervivientes de VDG pueden ser de cualquier edad, clase social, nivel educativo y/o de cualquier cultura; el único factor determinante es el género.

Por otro lado, una concepción errónea de la VDG es que ahora hay más denuncias por el hecho de hablarse más. Y no, este no es el caso, sino que el incremento del número de denuncias de VDG, se debe a las reformas penales y procesales; la creación de juzgados, policía y servicios especializados, inmediatos y gratuitos; a los servicios de alojamiento temporales; a los servicios sociales de atención e información; en los programas de apoyo y recuperación; a las ayudas sociales y económicas. Por lo tanto, el incremento es debido a las estrategias mencionadas, que permite que más mujeres denuncien, puesto que se sienten más respetadas y confiadas en el proceso judicial, policial y penal. Igualmente, la cifra oscura es elevada, esto significa que el número de delitos es superior al denunciado, por el que no están ni al conocimiento de la policía ni en las estadísticas.

También, un argumento para negar la VDG es el discurso de las denuncias falsas. Realmente, según el informe del 2022 del Ministerio Fiscal, las denuncias falsas de VDG son el 0,01% de las denuncias presentadas. Es más, del 2009 al 2021 se han hecho 1.870.923 denuncias, de las cuales 153 se han dictaminado como falsas.

Además, si hablamos de las estadísticas lo más alarmante es que muchas mujeres asesinadas no entran dentro de las estadísticas de VDG, puesto que solo se incluyen las mujeres con una relación afectiva (presente o pasada) con sus agresores. Es por eso, que al 2022 según el INE ha habido 49 feminicidios, y según feminicidio.net, ha habido 100. Y es que mujeres como Diana Quer, Laura Luelmo, Erika Yunga, Jessica Méndez, entre otras muchas, no cuentan dentro de las estadísticas del Gobierno.

Para acabar, queremos dar algunos consejos de cómo podemos actuar ante la VDG:

Si tienes sospechas que una mujer de tu alrededor sufre maltratos, seas paciente con ella, puede no ser consciente de los abusos que está sufriendo, que tenga miedo, vergüenza, etc. Y que, por lo tanto, no quiera denunciar. Y el hecho de enfrentarla, presionarla o juzgarla solo hará que se distancie de ti. Recuerda que el agresor busca que se quede sola, no permitas que él tenga el poder absoluto sobre ella. En cambio, apóyala, escúchala, intenta que hable sobre su relación, el control, como se siente, exponle testimonios y las salidas que tiene, y como puede emprender una nueva vida siendo libre. Igualmente, si quieres darle tu ayuda, pero necesitas más herramientas, tienes a tu disposición el 016, que podrá brindarte información.

Si de lo contrario, eres testigo de un acto de VDG, actúa. No dejes que una oportunidad en que una mujer pueda vivir sin violencia, se le escape de las manos. La violencia de género es un problema social, todas las personas tenemos la responsabilidad de ayudar a las supervivientes. Por lo tanto, llama al 112 y que las autoridades puedan realizar los procedimientos oportunos.

Si, por otro lado, eres tú quien está sufriendo violencia de género:

  • Recuerda que no estás sola. No te juzgues, no es culpa tuya nada del que está pasando. Recuerda que el único responsable es el agresor.

 

  • Haz red, apóyate en tus amistades y familiares, si ya no tienes contacto, búscalos, puedes tener gente preocupada por ti y esperando este momento. Y si no es así, recuerda que tienes apoyo confidencial con el 016.

 

  • No justifiques tu agresor, ni intentes quedarte por si cambia, o porque lo quieres. Recuerda que el amor no hace daño, el amor no es violencia.

 

  • Haz uso de las herramientas del Gobierno: llama al 016 que funciona las 24 horas del día y es gratuito, y desde aquí te informarán y te asesorarán. Puedes escribir por WhatsApp al 600 000 016, o por correo electrónico a 016-online@igualdad.gob.es

 

Si quieres tener más información de la violencia de género, te recomendamos las siguientes páginas web:

  • Web de recursos de apoyo y prevención de *VDG:

https://wrap.igualdad.gob.es/recursos-vdg/search/search.action

 

  • La Delegación del Gobierno contra la *VDG:

https://violenciagenero.igualdad.gob.es/ca/home.htm

 

  • Cifras, información y formación:

https://feminicidio.net

 

Anto Cantacorps Campos

Equip de sexología clínica i Salut hormonal  Centre Psico

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