El duelo en la adolescencia presenta desafíos únicos que pueden complicar el proceso de manejo de la pérdida. Los adolescentes suelen enfrentar cambios significativos en su desarrollo emocional, social e identidad durante esta etapa, lo que puede intensificar sus reacciones al duelo. En este artículo vamos a desarrollar los puntos más sensibles a tener en cuenta.
Identidad y autoestima: como ya sabemos, los adolescentes están en un viaje para descubrir quiénes son. La pérdida puede plantear preguntas fundamentales sobre su identidad y repercutir, además, en su autoestima. Pueden cuestionar su propio propósito y lugar en el mundo, lo que puede llevar a sentimientos de confusión y aislamiento.
Expresión emocional: a menudo, los adolescentes tienen dificultades para expresar sus emociones. Pueden experimentar un abanico complejo de sentimientos como tristeza, enojo, culpa y ansiedad, pero pueden no saber cómo comunicar estos sentimientos de manera efectiva, y esto puede derivar en malestar emocional no expresado.
Relaciones sociales: las relaciones sociales son extremadamente importantes durante la adolescencia. El duelo puede afectar las amistades y las relaciones familiares, especialmente si los amigos o familiares no comprenden completamente la experiencia del adolescente en duelo. La pérdida también puede influir en sus relaciones románticas y en la forma en que los adolescentes confían en los demás.
Mayor probabilidad de conductas de riesgo: algunos adolescentes pueden verse expuestos una mayor probabilidad de participar en comportamientos que suponen riesgo (abuso de sustancias, etc.), como una forma de lidiar con el dolor propio del duelo. Estos comportamientos pueden complicar aún más su proceso de duelo y tener consecuencias a largo plazo en su salud mental y emocional.
¿Cómo podemos gestionar estos desafíos?
Fomentemos la comunicación abierta con ellos: es crucial crear un ambiente donde los adolescentes se sientan seguros para expresar sus emociones. Fomentar la comunicación abierta y honesta puede ayudarles a procesar sus sentimientos y encontrar consuelo en compartir su dolor con otros.
Ofrezcamos apoyo profesional si vemos señales de alarma: los terapeutas y grupos de apoyo especializados en duelo pueden ser recursos de mucho valor para los adolescentes en duelo. Estos entornos brindan un espacio seguro donde los adolescentes pueden compartir sus experiencias con personas que comprenden su dolor.
Expresión creativa: animar a los adolescentes a participar en actividades creativas, como escribir en un diario, hacer arte o participar en música, puede ayudarles a expresar sus emociones de manera no verbal, proporcionándoles una salida saludable para su dolor.
Cultivar la empatía en su entorno: es esencial educar a familiares, amigos y docentes sobre el duelo en adolescentes para que puedan ofrecer un apoyo empático y comprensivo llegado el momento. La empatía y el entendimiento pueden marcar una gran diferencia en cómo los adolescentes enfrentan su pérdida.
Recordemos que si los duelos son difíciles para cualquier adulto, en la adolescencia es aún más complejo enfrentar las pérdidas. Mostremos siempre apoyo y comunicación abierta.
Raquel Pérez Chaparro
Experta en coaching educativo, orientación educativa y formación en Centre Psico Lleida
