En el complejo camino de acompañar a tu adolescente, la empatía es clave como base fundamental para forjar una conexión auténtica. Comprender la perspectiva de tu hij@/alumn@ en esta etapa para ell@s tumultuosa puede resultar todo un reto, pero es esencial para construir una relación sólida y abierta.
La escucha activa, tantas veces nombrada, tiene un rol indiscutible. Al prestar atención completa a lo que tu adolescente comparte, sin interrupciones ni juicios, creas un espacio donde se sienten valorad@s y comprendid@s. Reconocer y validar sus emociones constituye otro aspecto clave, proporcionando un terreno donde sus sentimientos son aceptados y respetados.
Ponerse en sus zapatos es un ejercicio de comprensión necesario. Recordar tus propias experiencias juveniles y reconocer las presiones y cambios a los que se enfrentan puede ayudarte a establecer una conexión emocional más profunda con ell@s. Además, comprender los desafíos únicos que enfrentan, desde la presión académica hasta las dinámicas sociales complejas, te permite ofrecer un apoyo más informado y específico.
También fomentar su autonomía y su responsabilidad es esencial. Reconoce su creciente necesidad de independencia y anímales a tomar decisiones, al tiempo que les guías para comprender las consecuencias de sus acciones. Promover la comunicación abierta en un ambiente donde expresar pensamientos y sentimientos sea la norma facilita una comprensión más completa.
Conoce sus intereses y pasiones: este conocimiento no solo fortalecerá vuestro vínculo, sino que también te proporcionará una ventana a su mundo interior, permitiéndote comprender sus valores y motivaciones de manera más profunda.
En resumen, cultivar la empatía hacia la perspectiva adolescente implica una mezcla de escucha atenta, comprensión profunda y apoyo incondicional. Al adoptar estas prácticas, estarás construyendo un puente sólido hacia una relación más fuerte y significativa con tu adolescente.
Raquel Pérez Chaparro
Coach educativa y orientadora